Puente Romano

Fue construido a principios del s.I d.C., en tiempos de dominación romana en Córdoba, sobre el río Guadalquivir, con una longitud total de 331 metros y sustentado por 16 arcos. Fue uno de los más importantes medios de entrada a la ciudad desde la zona sur de la península Ibérica por ser el único punto para cruzar el río sin utilizar ningún tipo de embarcación.

Conforma, junto con la Puerta del Puente, la Torre de la Calahorra y parte de la Ribera una de las imágenes más emblemáticas de la ciudad, por la excepcional panorámica desde la otra orilla del río.

A lo largo de su historia ha experimentado numerosas reconstrucciones, siendo su aspecto actual fruto de las obras de conservación de la estructura y remodelación dirigidas por el arquitecto Juan Cuenca Montilla entre 2006 y 2008. En esta remodelación se limpiaron los tajamares, se descubrieron los sillares originales, se sustituyó el adoquinado por un suelo liso de placas de granito a medio pulir, se sustituyeron las farolas decimonónicas por luminarias funcionales y se rehabilitó una hornacina existente dedicada a San Acisclo y Santa Victoria. Además, se recuperó el nivel del extremo norte del puente, enrasándolo con la Puerta del Puente y el Paseo de la Ribera. En el centro del puente se encuentra un triunfo del San Rafael, que data de 1651, obra del escultor Bernabé Gómez del Río.

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